martes, 2 de junio de 2009

Panfilos sin fronteras

Eran las 6 de la mañana, y la memoria del cuerpo me empujaba. "Arriba holgazán" Qué vago ni que hostias que me he acostado a la una y me he dormido a las dos. ¿Será que me hago mayo mayor? El caso es que quería coger fondo físico, así que me voy a un pueblo cercano, cercano. Solo 13 Kms. Miro al perro y le pregunto. "¿Quieres venir a despertar conejos?" Mueve el rabo así que otorga. Medio litro de agua, para los dos, mi sombrero de paja (cada vez me está más pequeño, ¿Me habrá crecido la cabeza? Que bien, debo estar alcanzando el nirvana) mis zapatillas de hace mil años, ligeras y gastadas. Manchadas de la última vez que "decoré" con pintura la casa. Y unas gafas de sol,con una patilla cojonera. Esto es: que roza donde apoya , para la cosa del elevamiento espiritual,castigando el cuerpo.
Los primeros kms, perro y amo bien, muchos curritos al tajo. Mucho silencio. Debe ser malo esto de trabajar, nadie va contento. Y salimos al campo, domesticado, pero campo. Se nota cuando se ve el primer conejo. Panfi intenta coger los vientos ,pero le falta el instinto asesino que a estas horas a mi me sobra.
Acelero el paso para evitar pensamientos negativos ¡Coño! en las cuestas me ahogo, puto tabaco. Y venga a cruzarse conejos de campo. Y algún "viejo" matando el colesterol a zancadas. Me adelantan y me dejan atrás, cáspita con la tercera edad, se les nota una sonrisa burlona. Parece que les escucho ¡Ay pardillo cuanto te falta aún!
El camino hermoso, recién amanecido, los pajaritos cantan, y los conejos venga a provocar. Corren y se detienen antes de entrar en su madriguera, escucho carcajadas conejiles. Primer descanso , fresca sombra y de fondo el runrun de la carretera general. Panfi me trae piedras para jugar. Volvemos a caminar. Km 5, al pueblo quedan 8. Vamos más o menos bien, algún dolorcillo en las rodillas ,pero poco más. Bebo agua y bebe.
Un pájaro, que no conozco,nos escolta .Parece jugar,de árbol en árbol. Sentirá curiosidad de la extraña pareja. ¿Y estos a dónde van? Aparece un monstruo de fábrica, que cosa más fea. Me deprimo y pienso en regresar.Km 10, le pregunto al perrito si nos volvemos y me dice que si, de los dos parece el más cabal.

Queda poca agua, la compartimos y dejo un buchito para después. Pero Panfi piensa otra cosa así que coge la botella con los dientes y me golpea , suavemente, para que le dé más agua. Me hace gracia lo pronto que aprende. Caminar y caminar, 15 minutos en hacer el penúltimo km. Pasamos algún puente, que frescor, y a lo lejos se divisa un bar. Una cañita para mi, que sabe a gloria y más agua para un perrito que no entiende que no puede pasar.

Bajas del día:
Panfi anda raro, así que le miro las patas y tiene las almohadillas enrojecidas, esta tarde veterinario, 60 euritos,nada más. De mayor me haré profesional liberal.
Y un servidor cansado, las rodillas disueltas. Parafraseando a alguién. "No me siento las piernas,a ratos y otras las siento de más".

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